martes, 27 de mayo de 2014

Japón en Mirmidonia: Wargames en el país del sol naciente

El lejano oriente siempre ha resultado fascinante por tratarse de una tierra que, por su lejanía, ha dado lugar a naciones y sociedades completamente diferentes y ajenas a las occidentales. La pasión por el exotismo de estas milenarias culturas, en particular la japonesa, se ha visto reflejado en muchos ámbitos, incluido el del hobby. Para ello, Mirmidonia incluye en su amplio catálogo una serie de wargames y elementos referenciales y de ambientación japonesa, entre los que podemos encontrar:

Ronin es un juego de escaramuzas ambientado a finales del siglo XVI en el Japón feudal, y proporciona un juego con precisión histórica, que intenta llevar a las mesas de juego el sabor y la emoción de las películas de Akira Kurosawa como Los siete samuráis y Yojimbo. Los jugadores eligen una fuerza de una de las varias facciones distintas, cada una con opciones de carácter único, del samurai fiable y ashigaru a intrépidos sohei monjes guerreros y bandidos desesperados. También pueden reclutar espadas a sueldo para complementar sus fuerzas - ronins sin amo, vagabundos maestros de artes marciales y ninjas prestarán sus habilidades a cualquier comandante que puedan pagarlos. Un sistema de puntos completos, incorporando una amplia gama de equipos y habilidades que permite a los jugadores desarrollar unos únicos, pero equilibrados, personajes. El sistema está basado en D6 que reflejan el tira y afloja de combate cuerpo a cuerpo y requiere que del jugador para tomar decisiones tácticas en medio de una pelea. Un sistema de campañas permite el desarrollo de los personajes a través del tiempo, y los escenarios de ejemplo dan opciones para una mayor variedad de juegos y batallas.

Ronin is copyright Osprey Publishing 2013.

Bushido es un juego de escaramuzas fantástico de batallas orientales para dos jugadores. Cada jugador comanda una fuerza de no más de un puñado de individuos, representados por miniaturas de metal de 32 mm. Estas fuerzas se encuentran en el campo de batalla y los comandantes (los jugadores) tratan de imponerse a su adversario en la lucha, intentando completar sus objetivos mientras que niegan a su enemigo lo suyos. Como juego de escaramuzas, todas las miniaturas representan a individuos y su fuerza consiste en un pequeño grupo de personajes únicos, más que un gran ejército sin rostro. Una partida de Bushido es rápida, flexible y llena de estrategias. La perspicacia táctica es importante, pero no hay que olvidar que los dados agregan un elemento de aleatoriedad. Un partida típica de Bushido dura entre una y dos horas.

Es la década de 1870, ¡y la guerra hace estragos entre las grandes potencias del mundo en una escala nunca antes visto!

En el mar, poderosos flotas de combate se enfrentan en un combate mortal gigantescos Dreadnoughts escupiendo humo y Acorazados apoyados por flotillas de embarcaciones menores. Entre los compromisos atronadores de las flotas de guerra se congregan docenas, si no cientos, de escaramuzas menores. Desde el Mar del Norte hasta la más remota de las rutas comerciales, itinerante grupos de cruceros, destructores y submarinos cazan a la marina mercante del enemigo.

En el aire, los más extraordinarios de todos los conflictos se dividieron los cielos de las flotas y los ejércitos beligerantes de abajo. Alas enteras de aviones se enfrentan en una guerra de desgaste, luchando como enjambres de avispas furiosas, mientras que bombarderos medios y pesados vacían su carga mortal sobre sus desventurados blancos. Pero dominando los cielos, como sus homólogos terrestres y navales, están los más poderosos ingenios voladores, equipados con la más avanzada tecnología de vanguardia y una impresionante potencia de fuego. Estos gigantes del cielo son el equivalente aéreo de cualquier dreadnought o acorazado naval.

Este impresionante nuevo poder es el producto de la más avanzada tecnología industrial y la nueva y revolucionaria ciencia encaminados hacia fines beligerantes. Sin embargo, las causas que han llevado a las grandes potencias a la guerra no han cambiado: la codicia, el orgullo, la ambición de poder y recursos y la insaciable lujuria de dominio sobre los demás.


Uno de los mayores ejércitos regionales de Yu Jing es el Ejército Sectorial Japonés. Como los japoneses han demostrado siempre una identidad cultural claramente marcada, el Alto Mando, con consentimiento del Partido, consideró oportuno recompensar a las tropas de origen nipón por la bravura demostrada en acto de servicio.

De tal modo, se les concedió la posibilidad de conformar un pequeño ejército compuesto íntegramente por tropas y unidades de origen nipón. Dicho ejército contaría con sus propios oficiales, todos ellos japoneses, que podrían establecer su propia metodología operativa y dotarlo de un estilo de combate propio, pero siempre fiel a los preceptos militares establecidos por el Alto Mando Yu Jing.

El Ejército Sectorial Japonés tiene una fuerte vocación ofensiva, que refleja el carácter valeroso y combativo de las tropas que lo integran. La filosofía bélica nipona está fuertemente influenciada por el Bushido, la Vía del Guerrero. Los suboficiales instructores japoneses han grabado en la cabeza de cada recluta las lecciones tomadas de los antiguos textos militares nipones. Conceptos como el valor, el deber, la voluntad de ganar y la importancia de una actitud agresiva cobran una importancia excepcional, y suponen una motivación subconsciente en las tropas de las tierras del Sol Naciente.



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